Aléjase la primavera ignota
tras un invierno que se hartó a nevar,
y, cuando a los sudores toca entrar,
el frío se resiste y se rebota.
Huyó la inspiración, y eso se nota,
pues los motivos se hacen esperar:
¿Volverán las pupilas a chispear
con las ansiadas titis en pelota?
Acudo a tí, dulce Virgen María,
para que hagas huir los aquilones
que nos han secuestrado la alegría.
O cesan ya lluvias y nubarrones
o aviso de que no es lejano el día
en que acabemos todos... LGTBQRSTUVWXYZ.