Una reunión de la cúpula del PP a principios de este mes fue aprovechada por Manuel Fraga para hacer publicidad de una obra “contra las mentiras históricas” de los nacionalistas, con referencia a la traducción en euskera de Astérix y Obélix. Los destinatarios de la campaña fueron escogidos líderes “populares”.
A principios de este mes de enero tuvo lugar en Madrid una reunión de la Ejecutiva del PP. En ella llamó la atención el tono dramático que empleo en su intervención Manuel Fraga. El veterano político recomendó durante el acto un libro, y llevó algún fragmento del mismo para determinados cabezas de serie del partido que han de bregar a diario en feudos nacionalistas.
Como ya contó El Confidencial Digital, la intervención de Fraga fue rotunda, y en ella llegó a decir lo siguiente: “Éste es el momento más grave que he visto en mi larga trayectoria política”. En la noticia aparecida entonces se comentaba que el líder popular había recomendado a la cúpula del PP la lectura del libro La nación falsificada, obra de Jesús Laínz. El citado volumen parece haber dejado marcado a Manuel Fraga. Quien fuera presidente de la Xunta de Galicia preparó muy bien su campaña de difusión de la obra en Génova, para que algunos de los dirigentes del PP se lo llevaran debajo del brazo. Según ha podido saber ECD, Fraga llevó tres copias de la contraportada del libro que entregó a Mariano Rajoy, Josep Piqué, y María San Gil, dando a entender con la elección de los dos últimos que la utilidad del libro crecía en el caso de aquellos miembros del PP que realizan su tarea política en las regiones donde es más pujante el nacionalismo.
En el libro se realiza un recorrido por las diversas “mentiras históricas” defendidas por los nacionalistas de diverso signo. Uno de los ejemplos que se citan es la traducción al euskera del cómic de las aventuras de Astérix y Obélix. En la edición en español aparece que la primera ciudad cruzando los pirineos es Pamplona y en la vasca aparece Zaragoza. Según recuerda Jesús Laínz en la obra, se trata de un desliz histórico pues en la época de los galos no existía aún la ciudad de Cesaraugusta.
El Confidencial Digital, 30 de enero de 2007