La lucha de clases empresarial en la Cataluña independentista

Para defender los intereses económicos, la burguesía catalana inventó, hace más o menos un par de siglos, la nación catalana

 

A partir de la fuga de capitales, surge la lucha de clases en Cataluña entre empresarios que apuestan por la independencia o la rechazan.

 

Mira tú por dónde, pero ahora resulta que en Cataluña ha reaparecido la lucha de clases. Y eso que, propiamente hablando, la burguesía catalana ya no existe. Ni, tampoco, el proletariado. Pero, lo que continúa existiendo son los intereses económicos. Entre empresarios, por ejemplo.

 

Para defender los intereses económicos, la burguesía catalana inventó, hace más o menos un par de siglos, la nación catalana. Tomen nota y no lo olviden: el nacionalismo –teoría modernista del origen de la nación: Ernest Gellner y otros– crea la nación y no al revés.

 

El nacionalismo catalán –la burguesía catalana– que inventa su nación se constituyó en un importante grupo de presión que apremió al Estado para que defendiera los intereses de la nación catalana. O eso, o la inestabilidad y el chantaje permanentes. Y el Estado cede. De ahí, el proteccionismo arancelario español que durante siglos –de Felipe V a Franco– permitió que las mercancías catalanas se vendieran –más caras– en el conjunto español sin la competencia de ningún país extranjero. Un privilegio que dio pingües beneficios a la burguesía catalana. Stendhal en su visita a Barcelona (1837): “Estos señores quieren leyes justas, con la excepción de la ley de aduanas, que debe estar hecha a su antojo”.

 

¡Y qué patriotas fueron los empresarios catalanes cuando reclamaban la permanencia de Cuba y Filipinas al reino de España! Detalle patriótico: subvencionaron la campaña militar y negaron el derecho a decidir de cubanos y filipinos. Por supuesto: después de la pérdida de las colonias, rechazaron la idea de España. Aunque, se aprovecharon de la repatriación de capitales.

 

Siguieron aprovechándose. Más aranceles. Sagasta: “Cataluña se ha hecho rica por España y con España” y para ello “ha habido necesidad de concederle en las leyes ciertos privilegios que le han dado ventajas sobre sus hermanas, la demás provincias de España” (Sagasta). Sumérjanse en EL PRIVILEGIO CATALÁN (2017), de Jesús Laínz.

 

¡Y qué patriotas fueron cuando apoyaron la dictadura del general Primo de Rivera y del general Franco! Al respecto, pueden leer Els catalans de Franco (1998), de Ignasi Riera.

 

Aparece el ‘procés’. ¿Por qué recibe el apoyo de parte del empresariado catalán? Porque, ‘España nos roba’ y a ver qué sacamos –vuelve el privilegio- de un pacto con el Estado o de una Cataluña independiente. La historia se repite: una porción del empresariado reinventa la nación para sacar –de nuevo– tajada.

 

Pero, la astucia independentista fracasa y se produce la fuga de capitales, inversores y empresas. Surge la lucha de clases en Cataluña entre empresarios que apuestan por la independencia o la rechazan. También, entre empresarios globales y regionales. Y entre alta o baja ‘burguesía’. ¿El sindicalismo de clase? Pusilanimidad y subvenciones. 

 

A la manera del marxismo clásico, la lucha de clases empresarial catalana es económica, ideológica y política. Unos y otros defienden sus intereses económicos –actuales o potenciales–, elaboran su relato –convicción o interés– y buscan el apoyo de determinados partidos o les apoyan directamente.      

 

Por un lado, quienes están en contra del ‘procés’: bancos, empresarios del mundo de la edición y la comunicación, grupos inmobiliarios, empresarios del cava, distribuidores de productos textiles o joyeros de renombre. Por otro lado, quienes están a favor del ‘proceso’: algunos empresarios de medios de comunicación y del negocio de la alimentación y la bebida refrescante. Como no podía ser de otra manera, existe la tercera vía oportunista que, como el dios Jano, muestra las dos caras.

 

Según parece –dejando a un lado las pymes de incierta ubicación-, el empresariado no independentista es mayoritario en la particular lucha de clases empresarial que se percibe en Cataluña. Una buena noticia si tenemos en cuenta que –retorno al marxismo– la lucha de clases es el motor de la historia que conduce a la dictadura del proletariado y el monopolio del partido.

 

¿Se imaginan ustedes una Cataluña bajo la dictadura del independentismo y el control del Partido Único Independentista?  

 

Miquel Porta Perales

Economía Digital, 19 de marzo de 2019