El libro del año podría ser éste: Adiós, España (Ediciones Encuentro), un volumen compacto, un trabajo serio y tremendo de Jesús Laínz sobre lo que se ha venido en llamar “nacionalismos periféricos”, es decir, vasco, gallego y catalán. Hacía tiempo, hacía muchísimo tiempo, que alguien no volcaba tanta erudición crítica y tanto sentido común, tanta convicción y reflexión en un tema que ocupará sin duda alguna los próximos años de la vida política española.
Laínz es, me dicen, un intelectual de provincias, cántabro para más señas, que ha ido acumulando saberes y alarmas sobre el futuro de la nación, un término casi olvidado, por la voluntad de arrinconamiento de algunos. Hay una dosis considerable de pesimismo en cada una de esas páginas donde se destruyen a conciencia todos los mitos etnicistas, todos los bucles melancólicos y toda la retórica al uso utilizadas por estos defensores de la etnia revelada. Molestará: en algunas grandes librerías rehúsan venderlo, siempre está agotado, tal vez llegue la semana que viene, la editorial no nos lo sirve. Por algo será.
El Submarino
La Razón, 20 de abril de 2004